Arlette Puraye - CNE Belgicaf

Además de decir “indígnense”, yo diría ¡comprométanse!

Recibí una educación basada sobre la importancia de los valores de compartir, de compromiso, de solidaridad.
Tener una vida armoniosa, decente, el cumplimiento es posible mientras sea accesible para todos y todas. Cada uno y cada una pueden contribuir a este ideal.
Es por lo tanto normal que me haya adherido y haya militado al sindicato de la CNE (Central Nacional de los empleados en Bélgica) desde los 23 años.

Tuve la suerte de empezar, algunos años más tarde, mi compromiso sindical en una empresa emblemática al nivel del primer combate de las mujeres con la reclamación: “Al trabajo igual, sueldo igual” (Fábrica Nacional en Bélgica huelga en 1966)

La obra estaba empezado pero lejos de estar terminado y quise ser parte de este trabajo que estaba todavía inacabado.

En el mundo del trabajo, el sindicato es y sigue siendo la única fuerza que puede verdaderamente defender los intereses colectivos de las mujeres (y de los hombres…) Adherir a un sindicato, es antes que nada adherir a valores, tomar el lugar que nos toca para participar colectivamente y concretamente al trabajo de la igualdad de oportunidades entre los hombres y las mujeres.

Los grandes proyectos, los cambios de sociedades no son nunca realizados por una sola persona. Diría por lo tanto que aporté más bien mi piedra al edificio, dentro de mi empresa y de mi comité de empresa europeo para una representación equilibrada de mujeres y de hombres.

Dentro de mi organización sindical creada en 2003 de nuestro grupo específico “Acciones mujeres CNE”:
- Establecimiento de la paridad en nuestras diferentes instancias decisorias sindicales.
- Reuniones regulares de nuestra red “mujeres” y de la zona IV UNI EUROPA (Bélgica, Luxemburgo, Países Bajos, Francia, Mónaco), conferencia sobre el tema de: “La igualdad, misión inacabada”.
- Compromiso en los contratos internacionales y en el apoyo de proyectos de solidaridad.

Además de decir “indígnense” (Stéphane Hessel), yo diría ¡comprométanse! No se queden más en el balcón, la obra no está terminada, hasta puede ponerse en espera en estos tiempos de crisis.

Tenemos todas cualidades y talentos que podemos aprovechar en la búsqueda de la igualad entre los hombres y las mujeres.
Debemos, en todos los niveles, en nuestras organizaciones sindicales nacionales, en las instancias intersectoriales europeas, mundiales, estar vigilantes.

No es demasiado tarde pero es el momento, únansenos en este desafío formidable y vengan con nosotros a continuar nuestra obra porque todas juntas podemos.