Claude Lambrechts, CNE Belgium

Tras cursar estudios en el ámbito de la asistencia social, centrados en la acción colectiva, tuve la suerte de ser contratada en 1986 como animadora en un movimiento de educación permanente para mujeres y de descubrir las aspiraciones y los problemas de las distintas generaciones.

En 1987, con 22 años, conseguí un contrato más estable como responsable sindical en una federación sindical interprofesional de la CSC. Aquí es donde realmente descubrí el machismo y el sexismo, tanto en el mundo laboral como en el sindical. Mis objetivos eran buscar candidatas para las elecciones sociales, organizar el servicio sindical para mujeres y la formación para mujeres. El trabajo también incluía otras tareas, como estar de guardia para recibir a los afiliados y tratar casos individuales, y organizar reuniones de delegados, tanto mujeres como hombres, en una zona geográfica. Los intercambios y la solidaridad de colegas permanentes de otras regiones, así como los consejos y el apoyo de compañeros cercanos, fueron muy importantes para mí. A partir de 1996, tras un curso de formación de adultos de tres años, un día a la semana, pasé a ser responsable de la formación de los representantes de los trabajadores. En 2003 me contrató la CNE, una central sindical profesional, primero como responsable regional y en 2006 como Secretaria Nacional para varios sectores, Servicios a las Empresas, TICS, Transporte y Logística, ... El trabajo consiste en organizar y formar a los activistas de estos sectores, negociar convenios sectoriales nacionales e implicarse en el sindicalismo internacional. También he sido responsable de Action Femmes CNE y hasta ahora de la acción internacional Women for CNE. Defender los derechos legítimos y mejorar las condiciones de trabajo, sin perder de vista la dimensión de género, es un reto constante. ¿Activos para tener éxito en la carrera sindical y seguir adelante? Estar organizado para reducir el estrés y poder conciliar el trabajo con la vida privada, tener capacidad de escucha y empatía, mantener la moral alta y una buena dosis de optimismo para seguir adelante, a pesar de las dificultades, para no estar sólo en luchas defensivas y obtener nuevas conquistas. Después de 36 años en esta profesión, ¿cuáles son los motivos de satisfacción? Los avances hacia un mayor equilibrio entre mujeres y hombres en el seno de las organizaciones sindicales y en los distintos foros de concertación y negociación, así como una mejor integración de la dimensión de género en las reivindicaciones y los acuerdos. El placer también viene de los numerosos encuentros; mujeres y hombres, de clase trabajadora o asalariada, de todos los orígenes y culturas, implicados en diversas luchas, grandes y pequeñas... qué riqueza de recursos humanos.... ¡Permanezcamos atentas al futuro y no nos rindamos!