Carol Scheffer, CWU Irlanda

Soy responsable nacional del Sindicato de Trabajadores de las Comunicaciones de Irlanda (CWU), que representa a los miembros de los sectores postal, de telecomunicaciones, tecnológico y de centros de llamadas.

Tengo más de 20 años de experiencia en formación y desarrollo sindical, igualdad y legislación laboral. Sin embargo, mi mayor pasión es promover la diversidad y la inclusión, así como reforzar la agenda de igualdad de género. Debido al sector en el que operamos, el CWU se compone de miembros predominantemente masculinos, con sólo aproximadamente un 25% de mujeres; sin embargo, tuve la gran suerte de convertirme en la primera mujer responsable nacional del sindicato y es un papel en el que he crecido y desarrollado a lo largo de los años. A pesar de nuestra elevada población masculina, esto nunca me ha impedido avanzar en nuestros objetivos de igualdad de género. De hecho, yo diría que es todo lo contrario, ya que a lo largo de los años nos hemos asegurado de que nuestros homólogos masculinos estén plenamente incluidos en todas las iniciativas que desarrollamos para fomentar la participación femenina, especialmente en torno a la tutoría y a las mujeres en el liderazgo. Me convertí en dirigente sindical al ver las enormes lagunas que había que colmar en el programa de diversidad e igualdad. También me di cuenta de que si no se escuchaba mi voz en la mesa de negociación, esas lagunas seguirían donde estaban. En muchos casos he tenido que salir de mi zona de confort, pero creo sinceramente que es necesario que una voz sindical defienda la igualdad de género en el lugar de trabajo. Siempre me he centrado en cuál era mi objetivo y por qué quería conseguirlo, y esto siempre se ha basado en mejorar la vida y las condiciones de trabajo en nombre de nuestros afiliados. Para mí, ser una mujer dirigente sindical ha sido una experiencia muy gratificante. He conseguido crear una red muy poderosa de otros dirigentes sindicales con los que me relaciono y comparto ideas. También he aprendido a aceptar los contratiempos como parte necesaria del esfuerzo por alcanzar los objetivos. Para ser dirigente sindical se requieren aptitudes específicas, una de las cuales es saber comunicarse eficazmente y la otra es tener empatía. A menudo se pasan por alto estos atributos que tienen muchas mujeres, pero en mi opinión son la esencia del éxito de un dirigente sindical.